Sería realmente hermoso si a nuestros niños en sus
primeros años de vida se les enseñara a pensar, a cultivar el amor y el respeto
de unos por otros y a la naturaleza, es así como podemos construir una nueva humanidad con respeto por la
vida, la existencia depende sobre todo
del amor en su sentido más profundo y elevado, deberíamos ayudarlos
principalmente para que puedan vivir el propósito para el que nacieron y así cambiaría de manera radical el
planeta entero, viviríamos de una manera mucho más pacífica y llena de amor,
una de las maneras más efectivas pudiera ser ayudarlos a enfocarse en sus
talentos y en cómo estos pueden ayudar a nuestra humanidad a elevar su estado
de conciencia, debemos entender que no siempre hacemos bien al buscarles las
carreras más “provechosas” económicamente, esto significaría retardar su
felicidad al hacer que se enfoquen en estudiar materias que no van de acuerdo
con su verdadero ser. Pensemos en un cambio por el bien de nuestros niños,
tratemos en unión con sus maestros de promover los valores, todos formamos
parte de este cambio, promovamos una nueva generación que entienda y exprese el
amor como lo que es: una gran verdad. En esta tarea de observación y ayuda o
canalización de estos talentos, la familia, tanto el padre como la madre tienen
la prioridad para darse cuenta a cabalidad de la realidad del niño. La idea es observar desde pequeños que es lo
que más les llama la atención, si es la música por ejemplo, que instrumento, si
es un deporte, o el arte, esto nos ahorrará un tiempo precioso y los haremos
felices. Algo de suma importancia es no dejar que el televisor sea el que los
cuide, acompáñelo y observe que programas son los que ve, explíqueles lo que no
entienda o lo que usted considere necesario. Podemos ayudarlos también
inculcándoles el hábito de la lectura. Leer promueve la creatividad,
proporciona una visión amplia de las cosas y los ayuda a aceptar la diversidad,
todo esto los lleva a soñar y vivir la magia de otras vidas, cuéntales cuentos,
lee con ellos, regálales libros y si ellos te ven leyendo, incentivarás su
curiosidad, es uno de los mejores regalos que les puedes dejar…
“Cuando te comuniques con tu hijo, hazlo en un
lenguaje de amor, ellos aprenden a amar y a amarse según como nosotros le
amamos” Alejandra Plaza
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